El hecho de que nuestros móviles se hayan convertido en una herramienta tan potente es, entre otras razones, gracias a sus cámaras de fotos integradas.
La facilidad y rapidez del uso de esta tecnología tan básica supone un gran potencial en la comunicación. Aquella acción de tomar una foto, que hace bien poco sólo se repetía en verano u ocasiones especiales por series de 12, 24 o 36, ahora es un gesto habitual. Sin embargo, las cámaras integradas en los dispositivos móviles no compiten con las cámaras convencionales en cuanto a calidad, sino por las infinitas posibilidades.
Desde los ya conocidos por todos lectores de códigos QR, que facilitan en la mayor parte de los casos el hecho de introducir manualmente urls en el explorador, aquí unos ejemplos no tan usados aunque igualmente útiles de aplicaciones para nuestra cámara.
– Reconocer imágenes similares a la que tú buscas dentro del gigante banco de imágenes de Google. Google Goggle
– Descubrir el valor histórico de un monumento cuando paseamos por la ciudad o visitar museos con la aplicación del centro en el móvil para obtener información extra de las obras que fotografiamos. Blinkster
– Fotografiar desperfectos en espacios públicos para informar directamente a ayuntamientos o responsables que gestionen su reparación. Reparaciudad
Y cómo no, algunas utilidades para los diseñadores más «geek»:
– Descubrir gamas cromáticas en relación con la imagen que queramos. Think ink.
– Averiguar una fuente dada u otras similares a través de su imagen. WhatTheFont
La lista de aplicaciones es enorme, con un poco de imaginación, la realidad aumentada que hace nada nos sonaba a futuro lejano está más presente en nuestro día a día. En nuestros bolsillos llevamos una gran herramienta, grande para los usuarios y por lo tanto enorme para las empresas.